Mauricio Pochettino, técnico del Tottenham Hotspur inglés, confesó que la derrota ante el Liverpool, en la pasada final de la Liga de Campeones (2-0), le provocó una decepción enorme.
"Cogí un tren de Madrid a Barcelona el día después. Me pasé diez días en mi casa y no quería salir. Sí, fue duro porque casi tocamos la gloria", señaló el exjugador del Espanyol.
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En esos momentos bajos, dijo, su familia trató de levantarle la moral, pero estaba tan tocada como él: "Después de unos días, intenté jugar al golf. Estaba con mi hijo e intentaba centrarme para dar a la bola perfectamente, pero era imposible. Después comencé a superarlo".
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"Fue muy duro. Lo comparo con el verano de 2002, cuando, en una semana (con la selección de Argentina), empatamos con Suecia y perdimos ante Inglaterra en la fase de grupos de la Copa del Mundo. Como jugador y como entrenador esos dos momentos son los peores de mi carrera", agregó Pochettino, de 47 años.
Apoyo
A este respecto, también destacó el apoyo recibido por los seguidores del equipo londinense, pues han "apreciado nuestro trabajo".
"En España, los aficionados ingleses en los restaurantes de Madrid, de Ibiza, la gente del Liverpool, del Tottenham, gente diferente del mundo del fútbol decían, 'oh, el Tottenham es fantástico'. Eso contribuyó a reconstruir la felicidad", celebró.